Antes de continuar con mi aclamado y querido blog, les contaré algo que me ocurrió el día de ayer, como lo notaron ya, tiene un largo rato que no escribo pero aún así, les puedo asegurar que no he dejado de ver películas. Lo que sucede es que perdí mi libreta, ¿como es esto posible?... verán, un bello día del mes de marzo, decidí leer un viejo libro llamado El Gran Gatsby, el problema es que no lo encontraba, así que, desesperada, inspeccioné cualquier lugar donde un libro pudiera esconderse, pero oh decepción, el libro no apareció, así que, ya resignada, guarde todo. Es aquí donde la catarsis llega a esta historia, pues la libreta donde apunto los aspectos que más me gustan de las películas, lo feo, lo curioso, las notas ofensivas que jamás postearía, etc; no estaba. La explicación era lógica, se encontraba en ese interminable librero a quien le declaré la guerra después de extraviar a Fitzgerald. Dentro de esa libreta había una cantidad decente de cintas que había visto en los últimos meses, reseñas que no había escrito por falta de tiempo, de ganas, de _________ inserta aquí cualquier sinónimo; así que comencé a escribir las notas en mi teléfono, para después enviarlas a mi correo.
Se preguntarán porqué algo tan tonto pudo hacer que dejara de escribir, pero tengo que admitirlo, esa libreta es para mí, lo que la pluma era para Dumbo (mmm... con la referencia Disney); claro, no se preocupen, mi confianza ahora se deposita en mi buen móvil (lo que tampoco es una gran idea).
En fin, la vida era triste y desoladora desde la perdida de tan preciado objeto, hasta que un buen viernes, en el que no hay nada que hacer porque tus amigos se fueron de vacaciones y por supuesto que no quieres ver por 20va vez
Los Diez Mandamientos, decides organizar tu librero de alguna forma para poder encontrar los libros de manera más fácil (ya lo sé, suena a que tengo algún trastorno obsesivo compulsivo, pero puedo asegurarles que no es así, bueno, eso espero).
Así, esa libreta de cuadro chico, doble espiral y nubes en la pasta superior regresó a mi vida, y por esa misma razón, no descansaré hasta transcribir todo lo que había en su interior... luego seguiré con las notas del celular (aquí es donde viene la risa macabra, algo así como un Bwa-ha-ha-ha).
Última aclaración, la imagen de Banksy en el título del post es debido a que esto les debe de resultar muy aburrido, digo, porque no seguir escribiendo si más ni más ¿no?; siempre me complico la vida, pero acaso eso no es más divertido, algo de acción nunca hace daño.
Eso es todo por estos minutos.
Por cierto: Si alguien tiene mi libro de Fitzgerald..., ¡devuélvamelo!
